HISTORIAS DE LUCHA OBRERA


Llevando a Inspección a Inspección


Siempre se dice que Inspección de Trabajo no hace nada, que es un mero ente recaudatorio (y a veces ni eso), o que es pro empresa, y no le falta razón al dicho, pero también es verdad que depende mucho de qué inspector/a te toque y de las ganas que le ponga.

Normalmente se asigna un inspector/a de zona y siempre suele ser el mismo. Eso es bueno o malo.

Bueno porque si te toca un buen inspector, conocerá a la empresa, flipará con las mangurrinadas que hace y les meterá mano.

Malo porque si te toca un mal inspector/a, te comerás los mocos una y otra vez. Y eso fue lo que pasó.


Con Marcos y Mateo se dio la segunda opción, una inspectora que no solo era pésima, si no que no escondía que era pro empresa. Permitió cosas fuera de la ley, acusó a la parte social de tener inquina a la Empresa, no avisaba nunca a dicha parte social de sus visitas, permitió cesión ilegal de trabajadores, incluso estuvo a punto de iniciar un proceso contra Marcos, pero no adelantemos acontecimientos.


Marcos y Mateo ya no sabían que leches hacer. Cada reunión con la inspectora era una derrota, tenían que aguantar como se reunía antes de hora con la Empresa y, como después de la reunión, les "invitaba" a irse y se quedaban un buen rato reunidos en privado. Permitió que la Empresa no diera copias básicas de los contratos, porque ya se entregaban las copias telemáticas (una mierda pinchada en un palo), hacía la vista gorda con la concatenación de contratos temporales, que estaban en fraude de ley, y quiso empurar a Mateo por un fanzine sindical que se curra cada mes, donde puso una noticia de "El mundo Today" en la sección "Noticia chorra", que la Empresa consideró ofensiva. Iba sobre una convención feminista para ver si masturbar a un hombre podía considerarse machismo. Tras una reunión entre Empresa, inspectora y Marcos para tratar un tema laboral, aprovechó la Empresa para sacar el tema del fanzine:


Jefe: — Esta vez os habéis pasado.

Inspectora: — Esto puede vulnerar la ley de igualdad y bla bla bla

Marcos: — ¿Usted de qué parte está, señorita?

Inspectora: De ninguna, yo solo quiero hacer cumplir la ley, y voy a tener que estudiar si abriros expediente y...

— Marcos: — ¿Hacer cumplir la ley?, venga, va, no me haga reír. Si usted ve ofensiva esa noticia sarcástica, se va usted y denuncia a la revista satírica "El Mundo Today" que la noticia es suya, pero vaya, que me sorprende mucho que se pase las leyes por el forro durante años y ahora pretenda hacerla cumplir con nosotros.

Y tu (refiriéndose al jefe), no tienes poder sobre las decisiones que tomamos en asamblea sobre lo que poner o no en el fanzine, ¿estamos?.


Jefe e inspectora, indignados, abandonaron la reunión jurando y perjurando encerrar a Marcos de por vida y tirar la llave al río. Marcos tocó fondo. Explicó lo ocurrido a Mateo y coincidieron que tenían que quitarse de encima a la Inspectora. La investigaron y vieron que tenia un negocio familiar de cavas de una zona muy conocida que distribuye para toda España. "Así que esto va de empresario a empresaria... muy bien".


Un dia, reunidos en la sección sindical y hablando por hablar, salió el típico "No hay huevos a...", y Mateo dijo que no había huevos a denunciar a la inspectora.


— ¿Que no hay huevos?, ahora verás.


Cogió una hoja de denuncia y la rellenó con todo lo que había pasado y adjuntó la información de la empresa familiar de la inspectora, y quedaron en ir al día siguiente a poner la denuncia.

Ya en Inspección, Mateo se quedó mirando a Marcos:


— No hay huevos de subirla al territorial.

— ¿Que no?, ahora verás.


Se subieron al territorial, que ya debía de estar harto de ellos. No tenían cita previa, así que les pusieron cierta resistencia, pero cuando dijeron que la denuncia iba para uno de los suyos, la administrativa entró a la oficina del responsable territorial y al cabo de unos segundos volvió a salir, diciéndoles que pasaran.

El territorial les preguntó el por qué de la denuncia, y cuando escuchó lo que Marcos y Mateo tenían que decir, recibieron instrucciones de cómo sellar la denuncia, y que él personalmente se iba a encargar.


Ni Marcos ni Mateo confiaban en aquel ente, así que no esperaron gran cosa, pero se equivocaban. La inspectora fue apartada, la Empresa se tiró de los pelos un buen rato y a Marcos le llegó una carta de agradecimiento por haber puesto en conocimiento "este hecho tan grave que perjudica el renombre de la institución y bla bla bla bla".


Fueron casi 4 años de ilegalidades, de batallas perdidas, de frustración, que al fin habían terminado.

A partir de entonces las cosas fueron muy diferente, durante un tiempo...




◄ Indice de historias sindicales

◄◄ Inicio



/sindical/