HISTORIAS DE LUCHA OBRERA
Los "paladines" del jefe
Existen ciertos puestos de mando intermedios, más conocidos como "el encargao", normalmente con escasa formación, que le dan ese puesto porque es un lameculos y piensa que un día herederá la Empresa. Hace lo que le digan sin hacer preguntas, es un tonto útil en manos de los jefes, que saben que hará lo que sea por caerles bien.
Les gusta llamarse a sí mismos "superior", y van diciendo aquello de "Soy tu superior" o "No discutas con un Superior".
Marcos siempre se hace la misma pregunta, "¿Pero Superior de qué, de raza, de nacimiento o de estirpe?"
Un día llegó la compañera de limpieza (a la que llamaré Emiliana) de esa planta llorando y muy nerviosa. Marcos estaba prestando su servicio en esa planta, y le preguntó qué le había pasado. Cuando la pobre se lo dijo (entre sollozos), Marcos se puso rojo y bajó corriendo a otra planta a buscar a Mateo.
Ambos fueron a toda prisa a ver al "Superior de raza" a las mazmorras (así le llaman al sótano, donde están los almacenes, lavandería, etc) y mientras Mateo vigilaba afuera que no viniera nadie, Marcos, desde la puerta, sin llegar a entrar a la oficina, le dijo al "Superior de raza" que saliera un momento que tenía que hablar en privado con él. Cuando salió, Marcos lo cogió por el cogote y se lo llevó arrastrando hasta un pasillo apartado. Acorralado como estaba por Mateo y Marcos, no opuso ni siquiera resistencia, ni habló, ni parpadeó.
— ¿Has hecho llorar a Emi?
— No, veréis, ha sido un malentendido...
— ¿Un malentendido?, pues va a ser el último malentendido aquí, porque si no, la próxima vez no van a haber solo palabras.
Lo soltaron, arreglándole la camisa que se le había arrugado y dándole unas palmaditas (casi empujones) en el hombro se fueron.
Todo fueron comentarios positivos los siguientes días sobre el cambio que había dado el "Superior de raza", estaba muy amable, "eso es que ha follao" decían unas, "le habrá tocado la lotería" decía otra. Marcos sonreía sin opinar.
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