CUENTOS INFANTILES


► EL PIRATA FANTASMA BARBA NEGRA


Érase una vez un pueblo muy pequeño a orillas del mar. El pueblo tenía un castillo con un catalejo usado para vigilar.

De repente un día el vigilante empezó a gritar: "¡Que viene el pirata fantasma Barbanegra... CORRED!".


Y todo el mundo empezó a correr. Se metían en sus casas y cerraban la puerta con llave, las ventanas, las persianas y echaban las cortinas. Las plazas se quedaron sin gente, los colegios sin niños, las calles solitarias.

Un niño que pasaba por allí paró a un señor que iba corriendo:


- ¿Qué pasa, por qué tanto revuelo?

- ¡Rápido, escóndete, que viene el pirata fantasma Barbanegra!

- ¿Y quien es ese?

- Es un pirata que dicen que es muy malo y que destroza todo por donde pasa.

- Pero ¿lo habéis visto alguna vez hacer eso?

- No, pero es lo que dice la gente. ¡Corre, escóndete!


El niño no entendía como la gente tenía miedo de algo que no habían visto nunca. Así que se dispuso a ir a la playa a ver en persona al pirata fantasma Barbanegra.

Cuando llegó se escondió detrás de una piedra muy grande y vio cómo el barco había atracado y los piratas bajaban por la pasarela. El último en bajar fue Barbanegra.

Cuando bajó del barco miró a la piedra y vio que algo se movía:


- ¡Alto, quien va!

- So... solo soy un niño- dijo un poco asustado.

- Oh, pero si solo eres un niño, ¿qué haces ahí escondido?

- Quería verte.

- Pues aquí me tienes. Es la hora de comer, ¿has comido?

- No, y tengo hambre.

- Ven, serás mi invitado.


Subieron al barco y comieron macarrones con queso, hamburguesas, patatas fritas con ketchup, flan, fruta, y el niño al final acabó inflado de tanto comer.

Después de un rato hablando, el niño lo invitó al pueblo:


- Ven, te enseñaré el pueblo.

- No, mejor no, todo el mundo me tiene miedo, piensan que voy a destrozarles las casas y a robarles, pero no es verdad.

- Insisto, ven conmigo.


Lo cogió de la mano y fueron todos al pueblo:


- ¡Gentes del pueblo, salid, el pirata fantasma Barbanegra es bueno, no os creáis lo que dicen de él!.


Poco a poco la gente fue asomándose y algunos salían de casa y todo. Se dieron cuenta de que los rumores no eran ciertos y que Barbanegra era un fantasma, si, pero era bueno, así que celebraron un gran banquete. Hubo comida, bebida, música, baile, y se hicieron fuegos artificiales.


A partir de ese día, el pirata fantasma Barbanegra se hizo amigo de las gentes del pueblo, y cada vez que volvía hacían una fiesta para celebrarlo.


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.



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