OPINANDO, QUE ES GERUNDINO


MENTIRAS


El otro día me dio por escuchar las noticias, esas mentiras que sirven para que creas lo que el Gobierno de turno quiere, y presté atención a algo que se repite muchas veces, aquello de: "Vivimos en una sociedad de mercado donde la competitividad es clave para el crecimiento".


Mercado, competitividad y crecimiento, palabras mágicas que nos repiten como si fueran las tablas de multiplicar, hasta que las hemos incorporado en nuestra consciencia como algo normal y positivo, porque entendemos en esas palabras evolucionar, mejorar nuestra situación, y al fin y al cabo es lo que todos queremos, ¿no? Analicemos esas palabras:


Mercado: El mercado es donde se compra y se vende un producto. Dejamos de ser personas con derechos para pasar a ser un producto o parte de él, por lo tanto pueden comprarnos y vendernos según el rumbo del mercado.


Competitividad: Por si misma no es mala, las personas somos competitivas por naturaleza. El problema radica en esa competitividad dentro del mercado. Se vuelve corrosiva y perjudicial, despiadada. Pisoteamos a quien tenemos al lado para ser más competitivos, aunque ello requiera hacer cosas que nunca haríamos en otras condiciones. Los compañeros de trabajo se vuelven enemigos, o comes o te comen. La competitividad es la mayor creadora de egoístas y cabrones.


Crecimiento: Un país tiene que crecer, entendiendo ese crecimiento como evolución sostenible. Lo que no es sostenible es crecer por encima de las posibilidades del propio país como se está haciendo dentro de ese mercado competitivo.

No se puede crecer a un ritmo febril ni intentar llegar al nivel que marca el mercado, porque se crean burbujas que acaban explotando, repartiendo deudas que llevan a crisis que provocan miseria y pobreza, que acaba pagando el pueblo.


Las trampas son muchas:


- El empleado del mes, que hace que te dejes la piel para ser mejor que los demás, adquiriendo la mayoría de las veces actitudes poco éticas.


- Mando intermedio: qué mejor que nos ofrezcan un mando intermedio para creer que la empresa es nuestra. Muchos trabajadores pasotas han empezado a ser cabrones al amparo de su puesto de mando, ya sabes, dale una chapita a cualquier gilipollas y se creerá el Sheriff del pueblo.


- Autolimitación: La mejor autoridad somos nosotros mismos. De pequeños "nos han" y de mayores "nos hemos" inculcado la policía dentro de nuestra psique. Nunca alzaremos la voz, nunca pondremos en duda nada, aceptaremos todo lo que nos echen porque hemos perdido la capacidad de cuestionarnos todo, rechazar lo nocivo y defender nuestros derechos.


- Repetir una mentira mil veces: Como hemos perdido la capacidad de cuestionarnos todo, cualquier cosa que nos digan nos lo creeremos sin más, y si alguien se cuestiona algo, acabará por transigir y dudar de su propio criterio, dando por válida la directriz engañosa. Cuando descubrimos la mentira, encima vamos a tener que ser nosotros quien justifique la verdad, cuando son los mentirosos quienes deberían justificar su mentira.


Así las cosas, mejor apagar la televisión y encender la mente. Voy a leer un poco...



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