OPINANDO, QUE ES GERUNDINO


TREPAS


Cuando en este país cayó la dictadura, se puso en escena el famoso "cambiarlo todo para que todo siga igual" y con ello se aprobó la llamada "Ley del silencio" que consistía (y consiste) en hacer como si nada hubiera pasado y perdonar a todo aquel que tuviera las manos manchadas de sangre ofreciéndoles nuevos puestos en el poder "demócrata", donde los españoles, embriagados por la desconocida libertad que nos ofrecían las películas de Fernando Esteso y sus suecas en bikini, la movida madrileña, etc, los votaban para que fuesen sus nuevos representantes políticos, aquellos progres de tres al cuarto, del “quítate tu que ya me pongo yo”, cayendo así en el olvido la memoria de todos sus familiares asesinados, torturados, encarcelados o desaparecidos durante 40 años de franquismo, por miedo a perder las comodidades de una vida cada vez más "fácil", de televisor en color y dos coches por familia.


Es curioso que en las empresas sigamos cometiendo el mismo error y nos hagamos los tontos mirando hacia otro lado cada vez que esos llamados "representantes legales de los trabajadores" venden a nuestros compañeros a la patronal. Silencio por el miedo a ser nosotros los próximos mientras ellos, actuando de esta forma, se salvan el culo y se ganan los favores y prebendas de los jefes.


Repugna sentir el olor a culo de patrón en el aliento de estos caraduras, por ello hay que hacer un llamamiento al rechazo social de dichos elementos. Perdamosles el miedo, no sintamos pena por ellos, no son nuestros compañeros. Dejemos de mirarlos a la cara, dejemos de hablarles, dejemos de comer junto a ellos, demosles la espalda allá por donde pasen porque no olvidamos lo que les han hecho a tantos compañeros despedidos y/o puteados que habían confiado en ellos. No olvidemos lo que serían capaz de hacernos a nosotros por una mísera orden de sus amos.


Para estos individuos solo hay un nombre: TREPAS.



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