RELATOS PARA NO DORMIR


DESAHUCIO



Mis padres se fueron hace poco, yo tenía 8 años. Primero mi madre murió en un accidente de tráfico regresando del trabajo; mi padre no lo superó. Cambió mucho, ya no jugaba conmigo, no me leía cuentos para dormir, ni me llevaba al fútbol los sábados. Llegaba tarde y siempre estaba de mal humor y bebía mucho.

Un día me pegó, nunca lo había hecho. Aquella noche había bebido mucho y me levanté de la cama para decirle que se fuera a dormir, que ya era tarde, y sin decirme nada se levantó de la mesa y me zarandeó y luego me dio un bofetón que me tiró al suelo, golpeándome en la caída con una silla. Sentí un fuerte dolor en el cuello y la cabeza, y llorando me fui a mi habitación. Cuando me desperté al día siguiente lo encontré tirado en el suelo, rodeado de sangre. A su lado había un cuchillo.


Pasó mucha gente por casa, investigando lo sucedido, y después, gente desconocida haciendo todo tipo de gestiones. Desde que me golpeó mi padre, duermo a menudo, y a veces no me entero bien de las cosas.


Ha llegado a casa una gente que no conozco. Lo están mirando todo. Parece que van a quedarse, ¿que pasará conmigo? no quiero ir a un centro de esos de acogida, quiero quedarme aquí, igual me adoptan. Al parecer ni mis abuelos ni mis tíos han querido hacerse cargo de mi.


Esa gente ya vive en casa. Intento explicarles que no quiero irme, pero no quieren escucharme, se van cuando les hablo. Al ser un niño no me toman en serio, siempre pasa lo mismo. Los mayores son un rollo.

Jaime, el hijo de esa gente, si que me escucha. Tiene un año más que yo. Jugamos y hacemos trastadas juntos.

Sus padres están preocupados porque no quieren que se junte conmigo, no se por que.


Ha venido una señora mayor y después de estar un rato mirando la casa se ha ido diciendo que volvería. Y lo hizo. Llegó a los pocos días con dos hombres vestidos de negro. Hablan raro y ponen aparatos en mi cuarto. Me siento mareado y tengo frío. Uno de esos hombres me dice que me vaya, que no pinto nada en esa casa. La señora mayor es más amable que ese hombre de negro.

Me dice que no puedo quedarme, ¿y a donde voy?, nadie quiere quedarse conmigo. Me echo a llorar. La mujer mayor me dice que no llore, que todo irá bien. Me dice que salga afuera. Le hago caso, pero antes de salir por la puerta le pregunto qué he hecho mal para que me echen de mi casa. Me dice que nada, que fue mi padre, que me mató hace tres años, ¿hace tres años?, pero si hace unos días que papá estaba en casa. Me pegó y caí dándome un golpe en la cabeza.

La señora mayor dice que me partí el cuello y que mi padre se suicidó al ver lo que había hecho. Dice que a veces estamos muertos pero no lo sabemos. Los que vinieron a vivir a mi casa están asustados. Jaime está triste, no quiere que me vaya. Solo él me ve y me oye.

La señora mayor dice que cuando salga de casa podré ir con mi madre y mi padre. Tengo ganas de verlos. Abro la puerta y los veo fuera. Mamá me saluda sonriéndome. Papá está llorando, pero también sonríe. Corro hacia ellos y los abrazo. Miro atrás para despedirme de Jaime, pero ya no está.



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