AMALGAMADOS


► ABRE LA PUERTA


Vivía en un pequeño loft de apenas 30 metros cuadrados. Una pequeña ventana dejaba ver un trozo de calle. Por compañía tenia unas plantas que regaba cada día, algún que otro libro y una televisión.

Tenia todo lo que necesitaba, para él su mundo era eso y era perfecto.


Pasaron los años y un día, regando sus plantas, reparó en que había una puerta. Nunca la había visto antes, pero no la abrió, ¿para qué?, tenía todo lo que necesitaba, ¿o acaso tenía miedo de descubrir algo?.

Pasó el tiempo y cada vez sentía más curiosidad por ver qué había detrás de la puerta, hasta que un día, sin darse cuenta, después de regar las plantas, la abrió.

Lo que vio le maravilló. El trocito de calle que veía por su ventana, el cual creía que era todo lo que era, resultó que era más grande de lo que creía. "Vaya, hubiera jurado que solo existía el trocito que se ve desde la ventana".

La calle bajaba hasta perderse de vista. Otras calles intersecciomaban con ella. A unos metros había una plaza con algunos columpios y gente con niños. Le sorprendió ver que había gente de otras razas. "Vaya, hubiera jurado a cualquiera que aquí no habían otras razas".


Cada día habría la puerta y miraba, sin atreverse a salir. Pasaron los meses y un día de invierno decidió salir y acercarse a la plaza. Vio como las flores ornamentales se habían marchitado, "vaya a mi eso no me pasa, hubiera jurado a cualquiera que las flores no mueren". Las suyas eran de plástico, pero él no lo sabía, no había conocido las de verdad hasta ese momento.

Con los días se fue atreviendo a ir más lejos. Su curiosidad le impulsaba a ello.

Un día atravesó un pequeño bosque."Cuantas plantas juntas, jamás me hubiera imaginado que un bosque fuera así". En sus libros salían mencionados, sabía lo que eran, pero no se hizo una idea hasta que no lo vio.


Otro día llegó al mar. Había oído en la televisión lo que era el mar, debido a un vertido tóxico; el agua era negra, pero ahora que lo tenía delante vio que no era así, era hermoso, "vaya le hubiera jurado a cualquiera que el mar era negro". Bebió agua y casi vomita, "¿que agua es esta?, ¿por qué sabe así?".

Otro día vio que el mar estaba muy agitado, "vaya, hubiera dicho a cualquiera que las aguas del mar son tranquilas".


Poco a poco nuestro amigo se fue dando cuanta de que el mundo no se resume en lo que vemos desde la mirada simplista de nuestra pequeña ventana, ni de que hay que creerse lo que vemos en la televisión o leemos en algunos libros.

Nuestro amigo descubrió el mundo gracias a que un día vio una puerta y la abrió. No se conformó con lo que daba por hecho, o por sabido, hizo temblar los cimientos de su conocimiento, hizo autocrítica y abrió su mente a cosas nuevas, aunque ello le llevó a más preguntas nuevas, pero ahí fuera tenía un mundo lleno de respuestas.



◄ Otros amalgamados

◄◄ Inicio



/relatos/varios/