VIVENCIAS VIVIDAS

► UNA TARDE DE INVIERNO

Es de noche, aunque solo son las siete de la tarde. Hace frío y ya ha dejado de llover. Se escuchan las rodadas de los vehículos en el suelo mojado y me fijo en las luces de los numerosos coches que conforman el tráfico de hora punta cómo se reflejan en el suelo, rojas las traseras y amarillentas las de delante, aumentando la sensación de luminosidad junto con las luces de los letreros en los comercios.

Hay mucha gente en la calle, más de lo normal. Aprovechan para salir a comprar o para hacer recados antes de que empiece a llover de nuevo.

No estoy muy lejos de casa, pero no conozco mucho el lugar y se me antoja que estoy lejísimos de casa, y esa explosión de colores, luces y sonidos me resulta curiosa, agradable a pesar del frío.

Eso es una tarde cualquiera de invierno vista por los ojos de un niño de seis años.

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